Angiografía



La angiografía es un examen de diagnóstico por imagen cuya función es el estudio de los vasos circulatorios que no son visibles mediante la radiología convencional. Su nombre procede de las palabras griegas angeion, "vaso", y graphien, "grabar". Podemos distinguir entre arteriografía cuando el objeto de estudio son las arterias y flebografía cuando se refiere a las venas.

La angiografía es una técnica invasiva, pues requiere la introducción de un catéter en una arteria periférica, con frecuencia se usa la arteria femoral o inclusive la vena cubital. Sin embargo existen técnicas no invasivas, como la angiografía por tomografía computarizada,1 para detectar un número importante de patologías con la misma precisión que la técnica invasiva.

El proceso se basa en en la administración por vía intravascular, de un contraste radiopaco. Los rayos X no pueden atravesar el compuesto por lo que se revela en la placa radiográfica la morfología del árbol arterial así como sus distintos accidentes vasculares, émbolos, trombosis, aneurismas, estenosis...

Al tener la sangre una densidad similar a la de los tejidos circundantes se requiere añadir un contraste radiopaco (que absorbe la radiación X) para que sea visible en la radiografía.

Arteriografía Coronaria

La angiografía más habitual es la arteriografía coronaria. Mediante el catéter administramos el contraste en el área que queremos visualizar. Se introduce el catéter por la ingle o el antebrazo y se avanza cuidadosamente por el sistema arterial hasta alcanzar una de las dos arterias coronarias. Las imágenes obtenidas del tránsito del contraste y su distribución junto a la sangre nos permiten visualizar la apertura de las arterias. El diagnóstico de ateroesclerosis o de placas de ateroma mediante esta técnica deberá ser respaldado por otros procedimientos diagnósticos.

Método

La densidad radiológica de los vasos es igual a la de los demás tejidos blandos, por lo que en una placa realizada sin tomar medidas especiales no se ven arterias ni venas. Para poder distinguirlas, se requiere poner en circulación sanguínea una sustancia radioopaca, es decir, el medio de contraste. Aunque existen diversos medios de contraste, regularmente se utiliza uno que no cause toxicidad.

Flebografía

En flebografía, por ejemplo, el medio de contraste se inyecta estando a temperatura corporal en cantidad proporcional al peso y edad del paciente en cuestión, en la circulación venosa superficial del pie, ya que de aquí, la sustancia pasará a la circulación profunda de la pierna. Se toman las placas y se espera a que estas sean reveladas para poder emitir un diagnóstico por el especialista en radiología.

Arteriografía

En la arteriografía, el medio de contraste se introduce en las arterias para permitir su visibilidad. La técnica es muy parecida a la flebografía, pero su realización es un poco más complicada, en parte porque el flujo arterial es más rápido y debe introducirse la sustsancia radioopaca con mayor velocidad y volúmen. Se hace inyectándola en un lugar alejado al vaso que se desea estudiar. Por ejemplo, en la arteriografía del brazo, la sustancia debe inyectarse a nivel axilar.

Padecimientos en los que es útil :

Listado de patologías vasculares identificables mediante la angiografía:

Estenosis: Se observa la obstrucción total o parcial del vaso.
Cortocircuito o shunt arteriovenoso: Malformación congénita consistente en un cortocircuito en el sistema vascular, debido a una anastomosis arteriovenosa.
Malformación arteriovenosa: Entramado arterial originado por un tumor o congénito.

Aneurisma: La arteria se hernia, perdiendo parte de su pared arterial, al adelgazarse la pared hay mayor riesgo de una rotura que desencadene una hemorragia, según la arteria afectada la hemorragia será intracraneal, aórtica...
Utilidad.

Es evidente que estas técnicas permiten identificar los vasos y sus anomalías en caso de existir. Se puede revelar la presencia de trombos, émbolos y aneurismas en casi todos los compartimentos del organismo, incluyendo el cerebro. Además, los datos son fieles y exactos por lo que se permite al especialista dar un diagnóstico preciso y dirigir un tratamiento adecuado. Es de notarse que este examen no ha sido sustituído por la técnica del TAC, sino que lo complementa y lo ha hecho más selectivo y puntual.