PET (Tomografía por emisión de positrones):



¿Qué es la tomografía por emisión de positrones?

La tomografía por emisión de positrones (PET) es un tipo de procedimiento de medicina nuclear que mide la actividad metabólica de las células de los tejidos del cuerpo. La PET es en realidad una combinación de medicina nuclear y análisis bioquímico. Se utiliza principalmente en pacientes que tienen enfermedades del corazón o del cerebro y cáncer, la PET ayuda a visualizar los cambios bioquímicos que tienen lugar en el cuerpo, como el metabolismo (proceso por el cual las células transforman los alimentos en energía después de que han sido digeridos y absorbidos en la sangre) del músculo cardíaco.

La diferencia entre este estudio y otros exámenes de medicina nuclear es que la PET detecta el metabolismo dentro de los tejidos corporales, mientras que otros tipos de exámenes de medicina nuclear detectan la cantidad de sustancia radioactiva acumulada en el tejido corporal en una zona determinada para evaluar la función del tejido.

Como la PET es un tipo de examen de medicina nuclear, durante el procedimiento se utiliza una pequeña cantidad de sustancia radioactiva llamada radiofármaco (radionúclido o trazador radioactivo) para ayudar en el examen del tejido en estudio. Específicamente, los estudios con tomografías PET evalúan el metabolismo de un órgano o tejido en particular, de manera que se evalúa la información correspondiente a la fisiología (funcionamiento) y la anatomía (estructura) del órgano o tejido, así como sus propiedades bioquímicas. Por ello, las tomografías PET pueden detectar cambios bioquímicos en un órgano o tejido que pueden identificar el comienzo de un proceso patológico antes de que puedan observarse los cambios anatómicos relacionados con la enfermedad a través de otros procedimientos con imágenes, como por ejemplo, la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (MRI, por su sigla en inglés).

La PET es utilizada frecuentemente por los oncólogos (médicos especialistas en el tratamiento del cáncer), los neurólogos y los neurocirujanos (médicos especialistas en el tratamiento y la cirugía del cerebro y el sistema nervioso), y los cardiólogos (médicos especialistas en el tratamiento del corazón). Sin embargo, a medida que continúan los avances en las tecnologías de la PET, este procedimiento se utiliza cada vez más en otras áreas.

La PET también puede utilizarse conjuntamente con otros exámenes de diagnóstico, como tomografías computarizadas o estudios de imágenes por resonancia magnética para proporcionar información más concluyente sobre tumores malignos (cancerosos) y otras lesiones. La tecnología más moderna combina la PET y la TC en un estudio conocido como PET/TC, que promete mejoras especialmente para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de pulmón, evaluando la epilepsia, la enfermedad de Alzheimer, y la enfermedad de la arteria coronaria.

En un principio, los procedimientos de PET se realizaban en centros especializados ya que además del escáner de PET, debían contar con el equipo necesario para fabricar radiofármacos, como el ciclotrón y un laboratorio de radioquímica. Actualmente, los radiofármacos se producen en muchas áreas y se envían a centros de PET para que sólo se requiera un escáner para realizar una PET.

Una tecnología que ha aumentado aun más la disponibilidad de la PET son los denominados sistemas de cámara gama (dispositivos utilizados para explorar a pacientes a los que se les han inyectado pequeñas cantidades de radionúclidos y que actualmente se utilizan para otros procedimientos de medicina nuclear). Estos sistemas se han adaptado para utilizarse en procedimientos de PET. El sistema de cámara gama puede realizar la exploración más rápido y a un costo menor que el estudio de PET tradicional.

¿Cómo funciona la PET?

La PET utiliza un dispositivo de exploración (una máquina con un gran hueco en el centro) que detecta los positrones (partículas subatómicas) emitidos por un radionúclido en el órgano o tejido que se estudia.

Los radionúclidos que se emplean en las PET son sustancias químicas como la glucosa, el carbono o el oxígeno, que son utilizadas naturalmente por el órgano o tejido en cuestión durante el proceso metabólico. Se agrega una sustancia radioactiva a la sustancia química requerida para las pruebas específicas. Por ejemplo, en las PET cerebrales, se aplica una sustancia radioactiva a la glucosa (azúcar en la sangre) para crear un radionúclido denominado fluorodeoxiglucosa (FDG), ya que el cerebro utiliza glucosa para su metabolismo. La FDG se utiliza en gran medida en los estudios de PET.

Pueden utilizarse otras sustancias para los estudios de PET, según el propósito del examen. Si se estudia el flujo de sangre y la perfusión de un órgano o tejido, el radionúclido puede ser un tipo de oxígeno, carbono, nitrógeno o galio radiactivo.

El radionúclido se administra por vía intravenosa (IV) o se inhala como un gas. Luego, el escáner de la PET se mueve lentamente sobre la parte del cuerpo en estudio. La descomposición del radionúclido emite positrones. Durante la emisión de positrones se generan los rayos gama, que luego serán detectados por el escáner. Una computadora analiza los rayos gama y utiliza la información para crear un mapa de imagen del órgano o tejido en estudio. La cantidad de radionúclidos concentrados en el tejido afecta el brillo con el que aparece el tejido en la imagen e indica el nivel de funcionalidad del órgano o tejido.

¿Por qué se realiza una PET?

En general, la PET se utiliza para evaluar los órganos y tejidos para detectar la presencia de enfermedades u otros trastornos. También puede utilizarse para medir el funcionamiento de órganos como el corazón o el cerebro, pero su uso más frecuente es para detectar el cáncer y evaluar el tratamiento adecuado contra el cáncer.

Otras razones más específicas para realizar una PET comprenden, aunque no de manera excluyente:

Para diagnosticar demencias (trastornos relacionados con el deterioro de la función mental) como la enfermedad de Alzheimer, así como otros trastornos neurológicos como:

Enfermedad de Parkinson - enfermedad progresiva del sistema nervioso en la que se observa un leve temblor, debilidad muscular y un modo de caminar particular
Enfermedad de Huntington - enfermedad hereditaria del sistema nervioso que causa demencia progresiva, movimientos extraños involuntarios y una postura anormal
Epilepsia - trastorno cerebral que provoca convulsiones recurrentes
Accidente cerebrovascular
Para localizar con exactitud la zona donde se realizará la cirugía antes de una procedimiento quirúrgico en el cerebro
Para evaluar el cerebro después de un traumatismo y detectar hematomas (coágulos de sangre), hemorragias o perfusión (flujo de sangre y oxígeno) del tejido cerebral
Para detectar la propagación del cáncer a otras partes del cuerpo desde el sitio en que apareció originalmente
Para evaluar la eficacia del tratamiento contra el cáncer
Para evaluar la perfusión (flujo de sangre) al miocardio (músculo cardíaco) como ayuda para determinar la utilidad de un procedimiento terapéutico para aumentar el flujo de sangre al miocardio
Para identificar en más detalle las lesiones pulmonares o masas detectadas en radiografías o TC de tórax
Para ayudar a controlar y tratar el cáncer de pulmón mediante la clasificación por etapas de las lesiones y el seguimiento del progreso de las lesiones después del tratamiento
Para detectar la recurrencia de tumores antes que con cualquier otra modalidad de diagnóstico

¿Cómo se realiza la PET?

La PET puede realizarse de forma ambulatoria. También es posible que algunos pacientes hospitalizados puedan someterse a un examen de PET para determinadas enfermedades.

Aunque cada centro puede tener protocolos específicos, normalmente el procedimiento de una PET sigue este proceso:

Se pedirá al paciente que se quite la ropa, las joyas u otros objetos que puedan interferir con el procedimiento.
Si se pide al paciente que se quite la ropa, se le entregará una bata para que se la ponga.
Se le pedirá al paciente que vacíe la vejiga antes de comenzar el procedimiento.
Se colocará una o dos vías intravenosas (IV) en el brazo o la mano del paciente para inyectar el radionúclido. En algunos exámenes, el radionúclido puede inhalarse en forma de gas, en lugar de administrarse por vía intravenosa.
Ciertos tipos de exploraciones del abdomen o la pelvis pueden requerir que se inserte un catéter urinario en la vejiga para drenar orina durante el procedimiento.
En algunos casos, puede realizarse una exploración inicial antes de inyectar el radionúclido, según el tipo de estudio que se lleva a cabo. El paciente se colocará en una mesa acolchada dentro del escáner.

El radionúclido se inyectará por vía intravenosa. Se dejará que radionúclido se concentre en el órgano o tejido durante alrededor de 30 a 60 minutos. El paciente permanecerá en el hospital durante este tiempo. El paciente no generará riesgos para otras personas, ya que el radionúclido emite menos radiación que una radiografía estándar.

Una vez que se haya absorbido el radionúclido durante el período correspondiente, comenzará el examen. El escáner se comenzará a mover lentamente sobre la parte del cuerpo en estudio.

Cuando se haya completado el examen, se quitará la vía intravenosa. Si se había colocado un catéter urinario, también se quitará.