Asimetría mamaria





La simetría total no existe. La asimetría entre los dos lados del cuerpo es absolutamente normal y convivimos con ella sin apenas percibirlo. En los pechos esto es todavía más evidente de manera que suele decirse que ninguna mujer tiene lo dos pechos iguales.

Sólo llega a ser un verdadero problema cuando la diferencia de tamaño y / o forma es muy manifiesta y lo es hasta tal punto que provoca, en quien lo padece, una verdadera distorsión en la percepción de su cuerpo y en su feminidad.

Pocas pacientes acuden a nosotros únicamente por presentar una asimetría mamaria. Lo normal es que desean un aumento, una reducción o levantar los senos (Mastopexia) y que seamos nosotros quienes hagamos el diagnóstico, determinando el grado de asimetría, e intentemos corregirla con unas prótesis de diferente volumen o una reducción asimétrica del tamaño.

Sólo en casos extremos el tratamiento de las mamas asimétricas puede llegar a necesitar la reducción de uno de los pechos y el aumento con prótesis del otro.

Los casos de asimetría importante de la forma, por otra parte, suelen ser frecuentes en el caso de pacientes con mamas tuberosas y su tratamiento, normalmente, exige implantar una prótesis, retirar el exceso de piel alrededor de la areola y realizar una plastia de la glándula mamaria.

Otra patología que cursa con asimetría mamaria es el Síndrome de Poland que consiste, normalmente, en una agenesia unilateral de la glándula mamaria (no llega a formarse o se desarrolla mínimamente) y en ocasiones puede llegar a faltar el músculo pectoral.

Finalmente, otros casos de asimetrías son los que presentan las pacientes que en su infancia sufrieron quemaduras, infecciones, cirugías o traumatismos en el botón mamario que alterarían su desarrollo posterior y aquellas que han sufrido una mastectomía por cáncer.