Lipoescultura



La lipoescultura, también conocida como lipoescultura, es una técnica quirúrgica empleada para eliminar depósitos de grasa de determinadas zonas del cuerpo, incluyendo las mejillas y el cuello, los brazos y las mamas, el abdomen, las nalgas, las caderas y los muslos, y las rodillas y los tobillos.

La técnica de la lipoescultura consiste esencialmente en la aspiración de la grasa mediante la introducción de una pequeña varilla hueca llamada cánula que está conectada a una máquina de vacío o a una jeringa especial, según el caso, y realizando numerosos túneles en el área previamente marcada.

Aunque la técnica básicamente es la misma para todos los tipos de lipoescultura existen algunas variantes a la misma.

Hay lipoesculturaes en las que no se realiza ninguna infiltración, se trata de la lipoescultura seca, mientras que luego existen otras en las que se inyecta suero, en más o menos cantidad que la grasa aspirada y cuyo objetivo es sustituirla, llegando a la técnica de lipoescultura tumescente, en la que se introduce la misma cantidad aproximadamente de solución (adrenalina más un producto anestésico como lidocaína) que de grasa que se vaya a extraer, de tal manera que los tejidos adquieren un aspecto hinchado.

La técnica de lipoescultura tumescente o superhúmeda se utiliza frecuentemente en la actualidad pues tiene grandes ventajas. Al usar adrenalina esta tecnica de lipoescultura disminuye la pérdida sanguínea, la zona permanece dormida durante más horas, no es necesaria tanta cantidad de suero pues la solución ya es suficiente y además la infiltración de líquidos facilita el paso de la cánula por los tejidos cicatriciales.

La técnica de lipoescultura consiste en extraer la grasa por medio de una varilla hueca, llamada cánula, que es introducida bajo la piel a través de pequeñas incisiones de tamaño entre un cuarto y un tercio de pulgada, y que está conectada a una máquina que hace el vacío o a una jeringa, según el caso, y que por medio de movimientos de vaivén que va realizando el cirujano va despegando la grasa de la piel y succionándola. (LEER lipoescultura PASO A PASO)

Las células grasas que se eliminan de estas zonas no vuelven a formarse, sin embargo si el paciente no se cuida, las células grasas que quedan pueden llegar a expandirse y provocar un aumento de peso en todas las partes del cuerpo.

La succión o aspiración puede realizarse de diferentes maneras. De tal manera que podemos hablar de diferentes tipos de aspiración, a grandes rasgos:

1) Aspiración manual (poco traumática, lenta e indicada para zonas delicadas de las que haya que extraer poca cantidad de grasa. Se realiza con una cánula conectada a una jeringa y un bloqueador que realiza el vacío)

2) Aspiración mecánica asistida (facilita la labor del cirujano, pues no necesita hacer tanta fuerza para meter la cánula, es capaz de sacar más cantidad de grasa en un período de tiempo menor. Apta para tratar zonas difíciles por su dureza, como la espalda. La cánula va conectada a un motor),

3) Aspiración con liposuctor (es perfecta para extraer grandes cantidades, aunque es necesario que el cirujano tenga mucha experiencia para evitar que se produzcan hoyos y zonas irregulares. La cánula está conectada a un aparato liposuctor que no es más que una bomba de vacío que produce una presión negativa de 1 atm de una manera constante y permanente durante un período de tiempo)

4) lipoescultura ultrasónica (esta técnica cuenta con la ventaja de que a la vez que extrae grasa produce la retracción de la piel, también ayuda al cirujano a que no tenga que hacer tanto esfuerzo siendo muy efectiva en zonas fibrosas y con cicatrices. El inconveniente es que es lenta y que puede producir quemaduras. Consiste en la transformación de la energía de los ultrasonidos en energía mecánica, la cual es introducida en la cánula).